El criterio del Patrón Transpersonal se basa en la prescripción de flores sin tener en cuenta las características de la personalidad ni el comportamiento del paciente, sino que va más allá de ello. En el lenguaje floral, el patrón transpersonal nos permite leer la forma de cómo se manifiesta una patología emocional en el cuerpo del paciente.
Desde la perspectiva del Patrón Transpersonal, lo primero que debemos plantearnos es que la energía se expresa siguiendo patrones de forma. Se define como patrón a un modelo o un punto de referencia estructurado, identificable y estable. Es también una secuencia, una forma predeterminada. Lo transpersonal refiere a que va más allá de lo personal o de la persona. Más allá de la personalidad, que se expresa también en el cuerpo físico. Lo transpersonal engloba también lo personal.
Vemos que utilizamos Elm para las personas demasiado cumplidoras, responsables, perfeccionistas, con gran capacidad de trabajo y que se desbordan cuando creen que no van a poder cumplir con lo que se espera de ellas. Es una personalidad con rasgos obsesivos. Pero como la esencia floral Elm trata el desbordamiento como Patrón Transpersonal, podemos prescribirla también para los dolores muy intensos (desbordamiento), para la artrosis (donde la articulación gastada y deformada se desborda cuando tiene que cumplir su función) o para la mala circulación de retorno venoso en las piernas (donde las válvulas venosas se ven desbordadas cuando deben impulsar la sangre hacia arriba).
El Patrón Transpersonal nunca es el tratamiento de fondo, sino un coadyuvante del tratamiento de base, donde deben tenerse en cuenta las causas de fondo de la desarmonía que lleva al conflicto que cristaliza la enfermedad, desde un punto de vista más holístico. El Patrón Transpersonal nunca puede ser el sustituto de un tratamiento personalizado. El uso del Patrón Transpersonal es un complemento a las aplicaciones tradicionales de las esencias personales y de ningún modo una alternativa terapéutica.
En una preparación para toma oral, lo principal es usar flores de carácter personal, lo que abarca tanto las esencias llamadas tipológicas como las de rasgo de personalidad (un rasgo de personalidad es un patrón estable de comportamiento que permanece a lo largo del tiempo y en situaciones diversas, como la ansiedad, el pesimismo, la timidez, la culpabilidad, etc.) y las de rasgos circunstanciales del momento. Luego de hacer la selección de las flores de carácter personal, podemos agregar alguna flor muy representativa de carácter transpersonal. En cambio, en una aplicación local, todas las flores elegidas son en base a una observación transpersonal.
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