La ansiedad es una de las emociones humanas más presentes actualmente, todas las personas sienten un grado moderado de la misma, siendo ésta una respuesta adaptativa. Según el Diccionario de la Real Academia Española, el término ansiedad proviene del latín anxietas, definiéndose como agitación o inquietud del estado de ánimo.
La ansiedad es una de las sensaciones más frecuentes del ser humano, siendo ésta una emoción complicada y displacentera que se manifiesta mediante una tensión emocional acompañada de síntomas somáticos. En general, es una combinación de distintas manifestaciones físicas y mentales que no son atribuibles a peligros reales, sino que se manifiestan en forma de crisis o como un estado persistente y difuso, pudiendo llegar al pánico. También pueden estar presentes otras características neuróticas tales como síntomas obsesivos .
Si bien la ansiedad se destaca por su cercanía al miedo, se diferencia de éste en que, mientras el miedo se manifiesta ante estímulos presentes y reales, la ansiedad se relaciona con la anticipación de peligros futuros, indefinibles e imprevisibles.La característica más llamativa de la ansiedad es su carácter anticipatorio, es decir, la capacidad de prever o señalar el peligro o amenaza para la propia persona.
Sin embargo, si la ansiedad supera los parámetros de normalidad, intensidad, frecuencia o duración, o bien se relaciona con estímulos no amenazantes, entonces ésta provoca síntomas o manifestaciones patológicas en la persona, tanto a nivel emocional como funcional.
En un principio, la ansiedad se ha considerado como un estado emocional y fisiológico transitorio, como un rasgo de personalidad y como explicación de una conducta. Pero la ansiedad no siempre varía en proporción directa al peligro producido por una determinada situación, sino que tiende a ocurrir de forma irracional, es decir, ante situaciones que no representan un peligro real, lo que la convierte en un síntoma patólogico. En estos casos no aparece una amenaza real y, si la hay, el estado emocional que expresa la persona es desproporcionado a ésta, muchas veces acompañado de sensaciones corporales, como por ejemplo, la sensación de ahogo, opresión en el pecho, dificultades respiratorias, etc.
Desde la terapia floral, existen varias alternativas para el tratamiento de la ansiedad, siempre teniendo en cuenta que los síntomas de cada paciente o consultante son propios de su personalidad y que cada fórmula floral es individualizada y personal. Cada persona reacciona de manera diferente frente a distintos estímulos (reales o simbólicos) y los grados y síntomas con los que expresa su estado de ansiedad es particular de cada caso.
Luego de una consulta, podemos identificar el síntoma mediante el cual la persona padece sus estados de ansiedad, y prescribir, por ejemplo, Impatiens (Bach) para aquellas personas ansiosas que son aceleradas y que se irritan cuando las cosas no van a su ritmo; Red Chestnut (Bach), para quienes presentan ansiedad por exceso de preocupación por los demás; Rock Rose (Bach) para los casos en que la ansiedad se presenta como ataques de pánico, miedo extremo, paralización, pánico o terror. Podemos agregar también Chamomille (California), conocida como manzanilla, ideal para la tensión emocional y para los intensos niveles de ansiedad que se concentran en el plexo solar, el estómago y el aparato digestivo; o Crowea (Bush), que actúa disminuyendo la preocupación y la ansiedad, manifestada muchas veces como necesidad de morderse las uñas, controlando los nervios y otorgando paz interior, y permitiendo así manter a la persona en el aquí y ahora, sin anticiparse a lo que podría pasar.
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