LAS FLORES DE BACH DESDE UNA PERSPECTIVA ASTROLÓGICA
Para el ser humano en la antigüedad, era un hecho incontrovertible que su vida estaba ligada a los procesos astronómicos y a los ciclos estacionales que marcaban los astros. No sólo dependiendo del cielo y de la tierra, y de su relación de creatividad y receptividad para cosechar sus alimentos, sino también para cultivar una vida sana y virtuosa física y mentalmente. El ser humano, como parte de la tierra, también recibe del cielo la energía que le permite crecer. Esto era parte de una cosmogonía que tiene como piedra angular la visión del microcosmos como un espejo del macrocosmos: una filosofía natural que encontramos presente en mayor o menor medida en todas las culturas antiguas. Cada persona nace con una pauta lunar, capaz de ser reconocida en su campo afectivo primario, en su sentido de pertenencia, en su historia de vida. Lo lunar es lo más antiguo en el ser humano, y en cada carta natal señala la forma concreta, emocional, ancestral, biológica y atávica con la que se ha vinculado con el mundo de las emociones. Para Bach, el signo astrológico en el que está la luna al nacer, define un tipo de personalidad. Así, existen doce tipos de personalidades, en sintonía con doce tipos de alma, doce lecciones a aprender, doce estados mentales y doce tipos de plantas, los doce curadores de Bach.
INSCRIPCIÓN ABIERTA
MODALIDAD: On line sincrónica
DURACIÓN: 1 clase